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No me mueve, mi Dios



No me mueve, mi Dios,
para quererte,
el cielo que me
tienes prometido.

Ni me mueve
el infierno tan temido,
para dejar por eso
de ofenderte.

Tú me mueves, Señor,
me mueve el verte,
clavado en una cruz
y escarnecido.

Me mueve ver
Tu cuerpo tan herido.
Me mueven Tus afrentas
y Tu muerte.

Me mueve, en fin, Tu amor,
y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo,
yo te amara.
Que aunque no hubiera infierno,
te temiera.
(2 veces).


No me mueve, mi Dios,
para quererte,
el cielo que me
tienes prometido.

Ni me mueve
el infierno tan temido,
para dejar por eso
de ofenderte.

No me tienes que dar
porque te quiera,
pues aunque lo que espero,
no esperara...

Lo mismo que te quiero,
te quisiera,
lo mismo que te quiero,
te quisiera.

(2 veces).

Postrado ante la cruz



Postrado ante la cruz
en la que has muerto,
y a la que yo también
te he condenado.
Sólo puedo decirte que lo siento.
Sólo puedo decirte que hoy te amo.

Y te pido perdón por mis errores,
y te pido perdón por mis pecados.

Perdóname Señor,
hoy me arrepiento.
Perdóname mi Dios crucificado.

Yo he cargado de espinas
Tu cabeza, cuando he vuelto
la espalda a mis hermanos.
Yo he llenado Tu cuerpo
de tormentos, cuando algún
semejante he despreciado.

Y yo clavo en la cruz Tus manos
y Tus pies, siempre que a mis
amigos yo defraudo.
Perdóname Señor,
hoy me arrepiento.
Perdóname mi Dios crucificado.

Yo he colmado Tu faz de sufrimiento,
cuando he visto injusticias
y he callado.
Yo he sembrado
Tu alma de amargura,
al fingir siempre ser
un buen cristiano.

Yo atravieso Tu pecho
con la lanza,
siempre que espero amor
y yo no amo.

Perdóname Señor,
hoy me arrepiento.
Perdóname mi Dios crucificado.

Hacia Ti, Morada Santa



ESTRIBILLO:
Hacia Ti, Morada Santa,
hacia ti, tierra del Salvador,
peregrinos, caminantes,
vamos hacia Ti.


Venimos a Tu mesa,
sellaremos Tu pacto,
comeremos Tu carne,
Tu sangre nos limpiará.

Reinaremos contigo,
en Tu morada santa,
beberemos Tu sangre,
Tu fe nos salvará.
ESTRIBILLO.

Somos Tu pueblo santo,
que hoy camina unido,
Tú vas entre nosotros,
Tu amor nos guiará.

Tú eres el camino,
Tú eres la esperanza,
hermano entre los pobres.
Amén. Aleluya.

ESTRIBILLO.

Cada vez que digo que yo soy creyente



Cada vez que digo
que yo soy creyente,
aparece algún valiente
que me juzga,
con la voz cobarde
del intransigente,
que surge siempre
de la censura.

Ésos que presumen
ser inteligentes,
y van buscando
su razón en la incultura,
porque no entienden que la Fe
me haga más fuerte.

Que simplemente es
un invento de los curas,
que surge nada más,
que surge por el miedo
hacia la muerte.

¡Y a quién se ofende
si le doy gracias a Dios!
¡Y a quién se ofende
si le pido protección!
¡Qué más me da, quién me comprende,
si el creer me hace más fuerte
y me hace ser mejor persona!

Si a Dios lo encuentro
solamente en el Amor.
Y no en las manos indecentes,
que se justifican si le adoran,
y en las manos pederastas,
ni de aquellos que mataran,
ni juraran en su nombre.

Dios está en las manos del que ayuda,
del que no pregunta nunca
y que perdona los errores.

Ése es el Dios que me llena.
Ése es el Dios que ilumina.

Y si en el mismo día en que me muera,
compruebo de verdad que no existiera,
la misma Fe que muchos tirarían,
si me hizo ser feliz toda mi vida,

¡Ya habría valido la pena!
¡Ya habría valido la pena!

Aleluya del Silencio



Escuchar el aire,
cuando en la mañana azul,
todas las estrellas duermen,
al nacer la luz.

Cuando el arcoiris llora,
sólo el aire escucharéis,
llamas que no queman,
rezaréis.

Todo corre deprisa sin ver,
nada despide color,
nuestras manos sólo piden amor,
nuestras voces gritarán,
unidas siempre cantarán:

ESTRIBILLO:
Aleluya, aleluya,
aleluya, aleluya,
aleluya, aleluya,
aleluya, aleluya.
Para los que sufren,
al otro lado del mar,
los niños que lloran,
sin saber por qué llorar.

Para los que pasan hambre,
para los que tienen sed,
llamas que no queman,
rezaréis.

Salmos encendidos,
como ríos secos van,
sólo el campo verde crecerá.

Todo corre deprisa sin ver,
nada despide color,
nuestras manos sólo piden amor,
nuestras voces gritarán,
unidas siempre cantarán:

ESTRIBILLO.

Le llaman Jesús



Hay un hombre que está solo,
tiene triste la mirada,
con sus manos lastimadas,
que no dejan de sangrar.

Él sembró todas las flores,
tiene muchos familiares,
tiene tierras, tiene mares,
pero vive en soledad.

ESTRIBILLO:
Le llaman Jesús,
le llaman Jesús,
le llaman Jesús,
le llaman Jesús.
Cada vez está más solo,
sus hermanos le olvidaron,
sin querer lo lastimaron,
y hoy se muere de dolor.

Ya cumplió más de mil años,
y parece siempre un niño,
Él, que dio tanto cariño,
hoy le niegan el amor.

ESTRIBILLO.

(2 veces).

Pan y Vino de Amor



En la tierra,
la sembró el sembrador,
la semilla de Tu pan,
Señor.

Y después el viñador,
trabajó en buena lid,
y las tierras ven crecer,
las espigas y la vid.

(2 veces).
El trigo se molió en el molino,
rompiendo su cuerpo como Tú.
La uva la pisó el hombre en el lagar,
igual que Tú te dejaste pisar.

Y ahora convertido en Pan y Vino,
Tu pueblo lo ofrece en Tu altar.
Conviértelos, ¡oh Dios!
son frutos de Tu amor,
en Tu Cuerpo y Sangre, Señor.

(2 veces).

De qué color es la piel de Dios



"Buenas noches"
-dije a mi hijo pequeño,
cuando cansado se acostó.

Entonces me dijo,
con clara voz:
"Papá, ¿de qué color
es la piel de Dios?"

ESTRIBILLO:
¿De qué color
es la piel de Dios?
¿De qué color
es la piel de Dios?

Dije: "Negra, amarilla,
roja y blanca es.
Todos son iguales
a los ojos de Dios."


Con grandes ojos me miró,
y asombrado me preguntó:
"¿Por qué luchar
a causa del color,
si todos son iguales
a los ojos de Dios?"
ESTRIBILLO.

Dije: "Ésto es parte
de un pasado infeliz,
pero pronto éso
llegará a su fin."

Debemos aprender
para el porvenir,
que todos son iguales
a los ojos de Dios.

ESTRIBILLO.

Dios nos ha dado
otra oportunidad,
de crear un mundo
de fraternidad.

Las diferentes razas
han de trabajar,
unidas siempre
de mar a mar.

ESTRIBILLO.
(3 veces).

Yo pensaba (Canción del Astronauta - Sólo Dios es grande)



Yo pensaba que el hombre
era grande por su poder,
grande por su saber,
grande por su valor.

Yo pensaba que el hombre
era grande y me equivoqué,
pues grande sólo es Dios.

ESTRIBILLO:
Sube hasta el cielo y lo verás,
qué pequeñito el mundo es,
sube hasta el cielo y lo verás.

Como un juguete de cristal,
que con cariño hay que cuidar,
sube hasta el cielo y lo verás.


Muchas veces el hombre
buscaba ser como Dios,
quería ser como Dios,
soñaba ser como Dios.
Muchas veces el hombre
soñaba y se despertó,
pues grande sólo es Dios.

ESTRIBILLO.

Caminando por la vida
hay veces que encontrarás,
cosas que extrañarás,
hombres que admirarás.

Caminando por la vida
hay veces que pensarás,
que el hombre es como Dios.

ESTRIBILLO.