Otras entradas

Buscar

Eres Madre Dolorosa



Eres Madre Dolorosa,
roca firme junto al Hijo,
que se entrega por amor.
Fruto excelso levantado,
en el árbol nos redime,
traspasado de dolor.

Madre llena de amargura,
ojos de mirar el llanto,
con que llora el corazón.
Los que clavan a tu Hijo,
han clavado en Ti primero,
una espada de aflicción.

¡Oh dolor que tanto hieres!
hiere entero y dame vida,
ponle fin a mi dolor.
Pues ya duerme el Hijo amado,
solo quiero darle alcance,
fruto sazonado en flor.

Ved su cuerpo destrozado,
vedme a solas con mi pena,
grande como nadie vio.
He perdido mi camino,
se han llevado mi tesoro,
sol que en sombras se ocultó.

He causado, Madre Santa,
Tu dolor y el de tu Hijo,
me confieso pecador.
Quiero amarle en mis hermanos
y servir hasta la muerte
a Jesús, mi Redentor.
Nuevos hijos condenados,
despreciados, perseguidos,
dan la vida en esa cruz.
Si clamé por su condena,
quiero compartir con ellos,
los dolores de Jesús.

Sin defensa, sin justicia,
como oveja al matadero,
a la muerte se entregó.
Sin figura, sin belleza,
despreciado de los hombres,
nuestros crímenes llevó.

Madre Santa Dolorosa,
en su sangre beba el mundo,
la semilla de la paz.
Que los hombres queden libres
de mentira y de pecado,
y reciban su bondad.

¡Oh Cruz, única esperanza,
donde Dios salva a los hombres,
lleno de debilidad!
¡Árbol de copiosos frutos,
donde nace a nueva vida,
una nueva Humanidad!

Madre Santa Dolorosa,
que la sangre de tu Hijo,
nos alcance su perdón.
Que el fluir de su costado,
nos devuelva la esperanza,
nos renueve el corazón.

Amén. Amén.

No busquéis entre los muertos (El Señor vive)



ESTRIBILLO:
No busquéis entre
los muertos a la Vida.
No lloréis entre
las sombras a la Luz.
Cantad porque la muerte
está vencida.
Cantad que Dios
es el Señor Jesús.


No busquéis por las montañas
ni los valles.
No busquéis en las estrellas
junto al sol.
Buscadle por las plazas
y las calles;
en cada ser que vive
está el Señor.

ESTRIBILLO.
No quedéis mirando
al cielo o a las nubes,
esperando un nuevo
gran libertador.
Mirad la luz que sale
de las sombras,
es la fuerza salvadora
del Señor.

ESTRIBILLO.

No te canses recorriendo
tu camino,
si la luz de nuestra Pascua
no es tu luz.
No sueñes vanamente tu destino;
no hay vida, si no está
el Señor Jesús.

ESTRIBILLO.

El Mandato



Os doy un mandato nuevo,
os doy un mandato nuevo:
"Que os améis, que os améis,
como Yo os he amado."
"Que os améis, que os améis,
como Yo os he amado."
Os doy un mandato nuevo,
os doy un mandato nuevo:
"Que os améis, que os améis,
como Yo os he amado."
"Que os améis, que os améis,
como Yo os he amado."

Pueblo mío, ¿qué te he hecho? (Improperios)



ESTRIBILLO:
Pueblo mío, ¿qué te he hecho?
¿En qué te he ofendido?
Respóndeme.
(2 veces).


Yo te saqué de Egipto,
y por cuarenta años
te guié en el desierto.

Tú hiciste una cruz
para tu Salvador.

ESTRIBILLO.

Yo te libré del mar,
te di a beber el agua
que manaba de la roca.

Tú hiciste una cruz
para tu Salvador.
ESTRIBILLO.

Yo te llevé a tu tierra,
por ti vencí a los reyes
de los pueblos cananeos.

Tú hiciste una cruz
para tu Salvador.

ESTRIBILLO.

Yo te hice poderoso,
estando Yo a tu lado,
derroté a tus enemigos.

Tú hiciste una cruz
para tu Salvador.

ESTRIBILLO.

Una nueva vida



ESTRIBILLO:
Una nueva vida.
Tu misma vida.
Una nueva familia.
Tu misma familia.
Hijos tuyos para siempre.


Por medio del bautismo renacemos,
en agua que nos salva nos bañamos,
pasamos de la carne y de lo humano,
al mundo de la gracia y de lo eterno.

ESTRIBILLO.
Surgimos del sepulcro que es el agua,
teñidos en tu sangre redentora.
Contigo incorporados a la Pascua,
vivimos en cristiano hora a hora.

ESTRIBILLO.

Guiados por la luz que recibimos,
ungidos como reyes en la frente,
tu marca salvadora en nuestras almas,
grabada en nuestra entraña para siempre.

ESTRIBILLO.